Montaña Palentina..
14 de Febrero de 2008
Necesitaba buscar horizontes nuevos, paisajes que rompieran un poco la monotonía horizontal que reina en la zona donde me muevo habitualmente, y que mejor lugar que la montaña del norte de Palencia. Un lugar en el que me siento agusto y recargo mis ánimos para una temporada.
La jornada se presentaba espléndida: cielo azul, sol reinando en lo más alto, helada mañanera para entonar los músculos, y nieve por todos los rincones donde mirases.
El Espigüete se mostraba espléndido y se reflejaba en las aguas parcialmente heladas del embalse.
La nieve era la protagonista en las alturas, y al borde de la carretera, donde en algunas zonas llegaba a tapar completamente las señales de tráfico.
Este Cernícalo Común, estaba posado en una pradera inundada, dejando que el sol de la mañana le quitase el frío de la noche pasada, algunos grupos de Estorninos buscaban de aquí para allá.
La cantidad de aves era escasa, pero tampoco era lo que buscaba principalmente. Se podían apreciar huellas de todo tipo entre la nieve, y pequeños riachuelos y cursos de agua aparecían por todas partes, e inundaban con su rumor característico la silenciosa mañana.
Distintos grupos de caballos y vacas pastaban en lugares inverosímiles, y algunas, como de costumbre paseaba por la carretera a sus anchas, sin importarle para nada los escasos coches que por allí transitaban.
En el cielo, pocas aves, las más abundantes, los Ratoneros que cicleaban en parejas emitiendo su sonido tan peculiar. También Milanos Reales y algún Buitre Leonado que otro, nada especial.
Grupos interesantes de Chovas pasaban por encima de nuestras cabezas, y pequeños pajarillos como Herrerillos Comunes, Carboneros, Petirrojos o Pinzones Vulgares ponían sus cantos al servicio de una mañana gozosa.
Bastantes Cigüeñas Blancas crían por la zona, algunas de ellas ya andaban incubando huevos, mientras otras se dedicaban en este día de San Valentín a copular sin ningun pudor ante la mirada de esos extraños seres pertrechados de prismáticos y telescopios que las observaban con una sonrisa en la cara.
Algún Colirrojo Tizón, nos acompañó de cerca en nuestros paseos y vimos también Zorzales Charlos, como el ejemplar de la foto que andaban rebuscando entre los prados...
Lo que si que fué curioso es ver revolotear por las inmediaciones de la Abadía de Lebanza, toda cubierta de nieve y a bastante altura a esta mariposa: Ortiguera (Aglais urticae) y posarse tranquilamente en la nieve. Un contraste increible entre el colorido de la mariposa y el blanco total de la nieve helada.
Un detalle más que añadir a las distintas sensaciones acumuladas a lo largo de la mañana, como el pasear en completo silencio por los caminos nevados, mientras escuchas el crujir de la nieve con tus pasos, o el sonido de las pequeñas cascadas por las que discurre el agua..
Grupos interesantes de Chovas pasaban por encima de nuestras cabezas, y pequeños pajarillos como Herrerillos Comunes, Carboneros, Petirrojos o Pinzones Vulgares ponían sus cantos al servicio de una mañana gozosa.
Bastantes Cigüeñas Blancas crían por la zona, algunas de ellas ya andaban incubando huevos, mientras otras se dedicaban en este día de San Valentín a copular sin ningun pudor ante la mirada de esos extraños seres pertrechados de prismáticos y telescopios que las observaban con una sonrisa en la cara.
El " crotoreo " podía escucharse a bastante distancia. Sin lugar a dudas es un buen enclave para buscarse alimento.
Seguimos dejando discurrir el día sin prisa alguna, disfrutando del paisaje, del paseo pausado por caminos y carreteras a penas transitadas, del olor a leña quemada que salía de las chimeneas o del calorcillo del sol en la cara.
Algún Colirrojo Tizón, nos acompañó de cerca en nuestros paseos y vimos también Zorzales Charlos, como el ejemplar de la foto que andaban rebuscando entre los prados...
De vez en cuando viene bien cambiar los horizontes, que si no la vista se acomoda y el ánimo se hace perezoso..
Nos vemos..
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