Andanzas por el páramo

martes, enero 06, 2009

En Blanco y negro..

5 de Enero de 2009


Aún no había amanecido , los termómetros de la ciudad indicaban -4ºC ,y me dirigía a buscar a mi amigo Fermín para empezar el año pajareando un poco.
Decidimos subir al páramo y acercarnos a tierras palentinas en busca de los gansos. Según ascendíamos al páramo la niebla era cada vez más intensa y la helada que se vislumbraba a través de las ventanillas del coche era descomunal.
Una vez dejada la carretera principal y tomar una secundaria, teníamos la impresión de sumergirnos en un mundo irreal dominado por el blanco imponente de la cencellada caida esa noche.



El hielo se había hecho fuerte en los campos y cubría con un manto blanco todo aquello que la niebla nos permitía observar y en algun caso adivinar.
No solo reinaba en lo horizontal, también ascendía por cualquier signo de vegetación, incluso los árboles aislados se unían al paisaje blanco y millones de gotas heladas buscaban brillar más que sus compañeras.
El silencio era el otro protagonista, interrumpido solo por los graznidos de alguna Corneja que desde un poste telefónico llamaba a sus compañeras.
Ellas eran las que ponían el contrapunto con su negro plumaje al blanco de una mañana que no terminaba de aparecer.
Algún Cernícalo acurrucándose del frío y pequeños grupos de Estorninos, y de Pinzones vulgares se movían a nuestro paso por las heladas cunetas.
Teníamos la esperanza de que la niebla en algún punto levantaría y nos ofrecería algun rayo con el que calentar nuestra cara y nuestro ánimo.
Con esa fé, seguiamos ya en tierras palentinas en busca de los Gansos ,más acostumbrados que nosotros a este reino blanco.
Pasamos por Boada de Campos como si fuese un pueblo fantasma, la torre de su iglesia semioculta por la niebla y sus callejuelas heladas, un pequeño grupo de perdices cerca de la cuneta corretean a nuestro paso...
No paramos, seguimos en blanco y negro y buscamos el calor del color.., del aleteo de miles de gansos ,de sus voces... No lo encontramos
Seguimos pasando pueblos, blancos y más blancos, torres de iglesias huérfanas de Cigüeñas, y tierras olvidadas hoy por el ruido del tractor.
Llegamos a la Laguna de la Nava, pero se nos han adelantado los duendes del hielo, que lo sigue cubriendo todo y la niebla que ,incluso, adquiere más protagonismo.
Al menos, el silencio ha sido derrotado por el sonido de miles de ansares, que ajenos a nuestros pesares se desplazan a los campos cercanos.
Divisamos pequeños grupos que emprenden vuelo y algunos más cercanos a la carretera, pero no podemos pararnos.
La pasarela de madera que conduce al mirador de la laguna, parece una pista de patinaje y al menos el trípode del telescopio sirve para mantener el equilibrio.
Una Garceta Grande que estaba posada a pocos metros decide no compartir nada con nosotros y se pierde con un par de aleteos en la niebla.
Otro prisionero atrapado en el imperio del hielo,se nos une, Toño Salazar que ha bajado estos días de Lugo; al menos conocemos a nuevas personas seducidas por las aves..
La niebla no está dispuesta a darnos tregua y volvemos por donde hemos ido, con varios grupos de gansos por los caminos que vemos sin aparatos ópticos, ya que éstos en un día como el de hoy quedan completamente inutiles.
La mañana es dura para todos, y lo podemos comprobar en este pequeño zorro, que ha sucumbido de forma definitiva al imperio del hielo.

Una mañana mágica, de pocas aves ,pero de nuevos horizontes de paisajes conocidos que se transforman por unas horas y que evocan historias distintas, lugares imaginarios que la imaginación se encarga de dar forma.
Paramos cada poco para fotografiar rincones y detalles, a sentir el frío que se cuela en los huesos y a escuchar a lo lejos como miles de ansares comienzan a levantar el vuelo y a exigir la luz.
No nos quedamos para ver quien ganó la batalla..

Decir por último, que lo que podeís ver en estas fotos no es nieve, no cayó ni un copo de nieve, es hielo, que se adueñó de todo y nos mostró un mundo distinto..
Estas andanzas..., te llevan a caminos que a veces no pensabas.
Nos vemos..




1 Comments:

Blogger Toño Salazar said...

Impresionante y emotiva crónica de un mañana realmente dura. El escuchar a todos esos gansos ahí, al alcance de la mano pero sin poder siquiera vislumbrarlos, me produce mucha impotencia, pero hay que reconocer que estos días tienen su punto.

De vuelta a Tordehumos la zona de Boada ya dejaba pasar el sol y pude disfrutar de un buen bando de gansos próximo a Villerias. Al final, incluso mañanas como ésta merecen la pena.

Un placer haberos conocido. Abrazos desde la esquina noroeste...

6:29 p. m.  

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