Andanzas por el páramo

viernes, diciembre 26, 2008

EL INVIERNO LLEGÓ

23 de Diciembre de 2008

Aún no ha amanecido, la helada ha sido intensa, -5ºc y la nieve que había caido unos días antes aún persiste en los campos. El hielo se hace también protagonista en las solitarias carreteras comarcales del páramo, y uno, al refugio de su coche se desplaza léntamente tomado el pulso al nuevo día.
Algún Ratonero que otro ya está intentado procurarse el desayuno y pequeños grupos de Estorninos Pintos y Negros, deambulan de aquí para allá.
Por fín el sol hace acto de presencia en el horizonte y una luz especial ilumina los campos nevados.., el silencio se respira.., frío, igual que el día y el ladrido de un mastín de una finca cercana me devuelve a la realidad.
Un zorro a lo lejos en mitad de un rastrojo nevado me mira con desgana y sigue su camino..

Los primeros rayos de sol, empiezan a llenar de luz el páramo y un grupo de Perdices ajenas a mi paso, rebuscan entre la escarcha., hasta que el click de mi cámara me delata y emprenden una pequeña carrera que las aleja unos metros.
La cencellada ha sido importante, pero la vida empieza a bullir, grupos de Jilgueros, Pardillos y Bisbitas, se encuentran en plena actividad, y los pequeños Cernícalos ya hace rato que se ciernen en este cielo inménsamente azul de invierno.
Me interno por los recovecos de los pequeños pueblos, aún dormidos que me encuentro en el camino, las pequeñas callejas donde no da el sol están completamente heladas y a veces es imposible transitar por allí.
Unas Cornejas parece ser que han pillado algo y se disputan el premio..., un grupo de palomas comienzan a dar vuelos en círculos sobre la torre de una vieja iglesia.
Todo sigue su curso, estorninos, gorriones comunes y algún curioso Colirrojo Tizón, el pueblo comienza a depertarse y mientras me quedo mirando como sale el humo de alguna chimenea, escucho el balido impaciente de las ovejas, que en un corral cercano quieren salir de su encierro.

No podía faltar el curioso mochuelo que se despereza aún con los primeros rayos de sol, y que mira al observador, ofreciéndole la oportunidad de fotografiarle a placer..
Sigo mi camino y escucho el sonido característico de los gansos que están por estas tierras y diviso en un campo cercano unos centenares de ellos..
No me acerco en su busca, hoy persigo otras sensaciones...,ya habrá tiempo antes de que se marchen.

Varios Milanos Reales puedo contemplar a lo largo de mis andanzas y ese plumaje rojizo tan bello resalta hoy más que nunca en esta mañana limpia de invierno. No se dejan acercar mucho, pero lo intento cargado de la paciencia que habitualmente me falta y disfruto de su compañía.


Antes de volver para casa, como un espejismo, aparece ante mí en medio de los campos helados la hermosa silueta de la montaña palentina poblada de nieve en medio de un claro entre las oscuras nubes que se han ido adueñando del paisaje..
Un grupo de gansos alborotadores pasan fugazmente delante mientras mi vista se fija en la cordillera lejana..
Mañana fría, pero intensa de emociones.
Nos vemos..





martes, diciembre 16, 2008

CENSO DE MILANO REAL

Este fín de semana Acenva ha realizado el censo de dormideros de Milano Real en la provincia de Valladolid.
A pesar del tiempecito tan desagradable que hacía, a eso de las 15.30 h del sábado nos juntamos unas 20 personas en la localidad de Villanubla, para desde allí repartirnos distintas cuadrículas de la zona norte de la provincia e intentar censar los dormideros de los que se tenía conocimiento, sobre todo desde el último censo que se realizó a nivel nacional en el año 2005, así como de observaciones personales de distintos colaboradores.
Con un viento helado y una lluvia que no paraba desde primeras horas de la mañana, cada uno nos fuimos dirigiendo a las zonas asignadas.
Menos mal que la lluvia decidió darse un descanso, y cuando ya parecía que la noche se había echado encima, salío el sol y nos deparó un doble arco iris que fué toda una gozada.
Inlcuso algunos Milanos Reales que ya estaban posados en sus dormideros, aprovecharon la tregua y emprendieron de nuevo el vuelo a buscarse algo de cena.
Gracias a ello, tuvimos aún una hora más de observación, incluso algún mochuelo posado sobre unos palets, nos miraba con curiosidad.

A destacar que los Milanos Reales aprovechan hasta el último hilo de claridad para volar y que dependiendo de la tranquilidad de la zona pueden cambiar de dormidero de un día para otro y dirigirse a otro cercano.
Ya de noche y con cara de frío en todo el personal, nos juntamos alrededor de unas cervecitas a comentar lo ocurrido en cada lugar.
Al día siguiente , domingo, nos reunimos en Simancas y con algo mejor tiempo, sobre todo porque no llovía, aunque el frío era importante, nos repartimos la zona sur de Valladolid.

De camino a localizar los dormideros que me asignaron, pude observar este Ratonero, que me llamó la atención por el blanco de su plumaje, incluso las mejillas las tenía blancas, también me distrajeron los grupos de Jilgueros y Pinzones Vulgares y las alegres Lavanderas Blancas.


Y un grupito de unas 20 avutardas muy cerca de donde se encontraba el dormidero. La noche iba cayendo poco a poco y la oscuridad empezaba adueñarse del terreno, y yo apenas sin observar ningún milano, entretenido en el último cernido del día de los Cernícalos comunes y en el vuelo rasante por el camino de un Aguilucho Pálido.
Cuando casi estaba a punto de irme y con solo 4 Milanos Reales anotados, empezaron a llegar, ya casi de noche los Milanos en gran número...


Se acercaban despacio, haciéndose los remolones e incluso daban algunos vuelos en círculo antes de posarse en los árboles desnudos, así hasta llegar a 70 ejemplares en el dormidero que yo me encontraba. En otros que se controlaron esa jornada llegaron a pasar de 100 individuos.

La noche se apoderó por completo del terreno y las aves podían verse de la forma que en la foto testimonial de arriba os muestro, a una distancia prudencial para no entorpecer su llegada al dormidero.
Aún no tengo los resultados, cuando los tenga os informaré en este cuaderno, pero fué un fín de semana muy interesante, de encuentros con pajareros que hacía tiempo no veía, de conocer a personas que se acercaban por vez primera a este mundillo, y de compartir estas sensaciones que nos hacen sentir vivos, en estos fríos atardeceres castellanos.
Nos vemos..

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