Sabado al campo..

9 de Noviembre de 2013

Ayer Sábado amaneció en Valladolid, con la primera helada de esta temporada. Antes de emprender camino ,me tocó quitar el hielo del cristal del coche.
Debo reconocer que estas mañanas frías y soleadas del invierno castellano me ponen.
Después de un montón de tiempo sin realizar una visita en condiciones por una de las zonas que suelo "patear", me encaminé hacia la zona de Villalar de los Comuneros.
A pesar de las lluvias caídas, ahora mismo no hay ninguna zona encharcada de importancia, con lo cual se resiente la observación de especies que utilizan estas zonas , como anátidas o limícolas.
Un ligera niebla baja comenzaba a desaparecer entre los terruños recientemente arados.

Un paseo por cualquiera de los caminos agrícolas que atraviesan la zona, te deja la sensación de orfandad de aves.
Varias Urracas, un Milano real posado en un poste, que al cabo de unos minutos es expulsado de su posadero por una par de Ratoneros " matones", una par de Cernícalos vulgares..
Y sobre todo el silencio, a lo lejos el murmullo del tráfico de la autovía o un tractor allá en el horizonte.
De repente un vuelo rápido y bajo, un Esmerejón que aparece de repente, y en  unos segundos ya desaparece de mi vista.
El silencio comienza a esfumarse, ya que varias Calandrias se dejan oír creyéndose que estamos en Primavera, incluso una Totovía en un tendido eléctrico se une a la fiesta.

Los más numerosos son los grupos mixtos de Pardillos comunes, con Jilgueros, y los bandos de Gorriones molineros y gorriones chillones y comunes. Una gran variedad.

A destacar el tamaño de los Busardos Ratoneros que se ven por la zona, bastante más grandes que los "habituales".

Me acercó a uno de los Pinares Isla de la zona, donde la oscuridad es la protagonista, por lo apretados que están los pinos, que a duras penas dejan entrar los rayos de sol. Bastante humedad en el suelo, y abundacia de setas.

Una liebre que se encontraba bajo la protección del pinar, sale veloz ante mi presencia y desaparece en un instante.
Carboneros garrapinos, Pinzones Vulgares y Mirlos, es lo que puedo observar, además de varios grupos de Palomas Torcaces.
Sigo el camino de costumbre hacia Castronuño , y lo más destacado es la observación de la menos 4  Alcaudones Reales , es habitual por la zona ,pero no se suelen observar tantos ejemplares.
En el Embalse de Castronuño, nada destacable, alguna Garza Real de caza por los campos cercanos, varios Cormoranes Grandes, pero no en gran número, Aguiluchos Laguneros y sobre todo bastante presencia de Milano Real.

En el río Zampullín común, Somormujo Lavanco y Anade Azulón.
Mencionar también  un par de Lavanderas Boyeras, y Bisbitas Alpinos.
Lo mejor el colorido otoñal de las riberas de Castronuño, la variedad de tonos en las hojas de los árboles  y la serenidad del Duero en este tramo.
Una mañana, no muy cargada de observaciones, pero si de reencuentros con caminos conocidos y pasiajes familiares.

Poco a poco y con paciencia, como hace este caracol, de los cuales hay un montón por mi pueblo, iremos disfrutando de los que en las próximas semanas está por venir.
Nos vemos..