Villafáfila: entre nieblas

22 de Noviembre de 2010

Es lo que tiene el clima por estas tierras, después unos días de borrascas y lluvias, cuando llega el anticiclón se meten las nieblas y las bajas temperaturas y a esperar que levante..
Primera visita a Villafáfila en "temporada alta", mucha niebla a primeras horas de la mañana,con poca visibilidad y frío.
El sol intentaba hacerse un hueco, pero esa mañana lo iba a tener dificil, y hasta las 11.40 h no se disipó la fuerte niebla.

Después de 20 años de andanzas por estas tierras ya sabemos lo que toca, armarse de paciencia, abrigarse bien y observar con lupa cada detalle.

Un nutrida representación de Ratoneros se daban cita en las cunetas, tanto en los postes telegráficos como en las señales de tráfico, estaban complétamente empapados de la pasada noche e intentaban escudriñar alguna posible presa entre la niebla.

Grupos numerosos de Jilgueros y Bisbitas, pululaban también entre la rala vegetación.

Muy poca visibilidad.., me muevo por los caminos despacio, vislumbrando alguna Corneja Negra y oyendo muy cerca de mí a los gansos sin poder verlos.

La laguna grande está desaparecida entre la niebla y ni siquiera los Mochuelos se dejan ver.

Decido acercarme al observatorio de Villarrín de Campos a ver si allí la visibilidad es mejor.

Entre la niebla, observo un pequeño grupo de gansos que adormilados esperan que la mañana mejore; uno de ellos asoma su pico y bebe un poco de agua en la charca, levantando después su cuello suavemente..

Otro grupito cercano está mas activo y se mueve de un lado para otro. Comparten la charca, un grupo numeroso de Azulones y 7 ejemplares de Tarro Blanco.

Unas Lavanderas Blancas picotean incansables cerca de los Gansos, y eso me hace comprobar que el nivel del agua es escaso.

De repente ,el grupo de gansos se alborota, emprende el vuelo y desaparece entre la niebla, junto a ellos se van también los tarros, quedando sólamente los azulones y algunas plumas sueltas de los ansares.

Me voy camino de Otero de Sariegos, la niebla aún persiste, y entre numerosos grupos de Estorninos ,este pequeño Cernícalo Vulgar me observa desde el cable.

Un Cuervo emite su graznido desde un poste de madera y una Cigüeña Blanca aparece volando muy bajo entre la niebla.

Ya se empiezan a apuntar los claros y los jirones de niebla se van difuminando poco a poco, dando paso a un paisaje verde salpicado de lagunas.

Los conejos parecen haberse dado cuenta de ésto y salen de sus madrigueras en busca del sol.

Parece que la vida despierta o al menos se hace patente ante el observador que con el sentido de la vista limitado por la niebla no se daba cuenta de lo mucho que le rodeaba.

Grandes grupos de Ansares comunes a pocos metros de donde me encuentro deciden cambiar de sitio, un par de Buitrones, posan cerca de mí, incluso una Tarabilla común.

Un grupito de Avefrías toman el esperado sol que se ha hecho de rogar, aunque de repente emprenden una rápida huida.

Observo con el telescopio y veo a un Ratonero desplumando a uno de estos ejemplares, me parece increible que un Ratonero haya dado caza a una Avefría, pero allí está desplumándola para tomarse el amuerzo esta mañana.

La mañana ya está bastante avanzada y tengo que volver a Valladolid, ya que entro a trabajar a las cinco de la tarde ( que horarios..), pero no me quejo ya que desde mi casa en una hora estoy en Villafáfila y puedo acercarme un rato de vez en cuando.

Observo distintos grupos de ansares, pero la mayor parte de elllos me pillan bastante lejos y no veo ninguno que no sea común.

Lo que observo es un gran número de Bisbitas y también un pequeño grupo de Lavanderas Blancas entre las cuales hay una " enlutada".

También varios Milanos Reales, Aguiluchos Laguneros y Aguilucho Pálido por la zona.

Al final el sol luce con fuerza, justo cuando tengo que marcharme, pero es así y la mañana ha sido buena.

Volveré, seguro..

Villafáfila nunca defrauda.

Nos vemos..

Extremadura..

6 y 7 de Noviembre de 2010

Extemadura nunca defrauda.., siempre que me acerco por esas tierras disfruto enormemente, no ya solo de las aves, mamíferos o sus paisajes, también de su gente. Y es por ello que llevo ya unos 20 años enfilando la Ruta de la Plata en cuanto puedo.
Y este fin de semana se habían conjurado todos los astros para que así fuera: el primer fin de semana completo que descansaba desde hace 3 meses, y que el tiempo por el norte no daba muchas garantías, no me hicieron dudar. ¡ a tierras extemeñas!

Por Pucela ya andamos sufriendo las nieblas, y hasta Salamanca fue una compañera blanca e inseparable; ya en tierras charras el sol hizo su aparición y no nos abandonaría prácticamente durante los dos días.

Primera parada en el Valle de Ambroz, Hervás y su entorno era un festival de colores: verdes, amarillos, ocres. etc...

Pasear por los castañares cercanos a la población y enfilar el " puerto de Honduras" subiendo poco a poco hasta dominar el valle es un auténtico placer en esta mañana de otoño que parecía primaveral. Escuchar el sonido de las castañas cuando caen del arbol, y el incesante caer de las hojas, acompañado por el rumor de un torrente y el canto del Petirrojo..

La mañana está para " degustarla" lentamente y cualquier escusa es buena para la parada: un mirador sobre el valle, el vuelo de un Milano Real, o la charla amable con un pastor de cabras en el monte.

Seguimos adelante y después de la parada para comer, nos dirigimos a Monfragüe.

La primera vez que vengo en esta época del año, y es por eso que me falta algo, quizás la Cigüeñas Negras, el vuelo de la Culebrera, o el ir y venir de Abejarucos o Golondrinas.

Pero enseguida se me pasa la morriña, porque Monfragüe , para mí, es algo más que un conjunto de animales en libertad.., es un cúmulo de sensaciones y una caja de sorpresas que nunca sabes lo que te va a deparar.

Los que no faltan a la cita son los Buitres Leonados con sus pasadas constantes y el sonido que emite el viento cuando pasa por las plumas de sus alas extendidas.

De vez en cuando un majestuoso Buitre Negro hace acto de presencia y las miradas se dirigen a él, se pierden en su vuelo.

Lugares conocidos, algún encuentro casual con personas conocidas que disfrutan igual que tú y como siempre el asombro de las personas que por vez primera se acercan a este rincón extremeño.

Los Buitres se solean en el acantilado y algunas parejas " acarameladas" se pican en el cuello suavemente.
Durante toda la tarde pudimos observar varios grupos de ciervas con cervatillos jóvenes por todo el parque, como los de la foto de la entrada.

Y no solo de aves vivimos los " pajareros", es por eso que en la mañana siguiente, disfrutamos de lo lindo en un curso de agua cercano de las idas y venidas de dos ejemplares de Nutria .

Un adulto y un ejemplar muy joven, estuvieron divirtiéndose y pescando a muy pocos metros de nosotros.

El adulto enseñaba a pescar al joven y cuando " pillaba" algun pez se lo daba para que lo comiese.

No hace falta decir que la hora que estuvimos disfrutando de esta pareja fué una de las más intensas que yo he vivido por estas tierras.

Las fotos no son muy allá ,pero valgan para mostrar una parte de las andanzas de esta pareja de nutrias.

En la misma zona había bastantes aves: azulones, zampullín común , Gaviota Reidora, Garza Real, Garceta común., Avefrías, Lavandera Blanca, Andarrios Chico, Archibebe Claro y sobre todo gran cantidad de Agachadizas comunes.

La mañana no estuvo nada mal, además pequéños grupos de Jilgueros y Bisbitas comunes amenizaban la estancia.

Y un ejemplar de Espátula común se dejó ver también por allí.

Dos días disfrutando hasta el último momento de luz de lo que la zona nos ofrecía, con un clima muy agradable, un colorido fantástico y unas luces para no perdérselas.

El Roquero solitario se despedía de nosotros en el " Salto del Gitano" aguantando ráfagas de fuerte viento como podía.

Pero la última despedida fué a la salida del parque cuando el trompeteo característico de un bando de Grullas en formación nos hacía levantar la mirada hacia arriba viendo como pasaban por encima nuestro a no mucha altura con las últimas luces de la tarde.

Volveremos.

Nos vemos..